Como expertos en la salud de la mujer, desde nuestras clínicas ginecológicas en Toledo sabemos que es muy importante que las mujeres acudan al menos una vez al año a realizar una revisión ginecológica con el fin de garantizar su bienestar y prevenir posibles problemas o enfermedades.

Una de las pruebas que se suelen realizar en estos chequeos ginecológicos es la citología vaginal, también llamada citología cervical o prueba de Papanicolau, cuyo objetivo es detectar la posible existencia de un cáncer de útero o de lesiones que puedan anticipar su futura aparición así como diagnosticar posibles infecciones vaginales.

Se trata de una prueba muy sencilla y rápida que realizamos en nuestras clínicas ginecológicas en Toledo y que no causa molestias a la paciente.

Consiste en un pequeño raspado del cuello del útero o cérvix mediante el cual se toma una muestra de células uterinas que posteriormente se analizarán en el laboratorio.

El procedimiento es sencillo. La paciente debe tumbarse con las piernas abiertas apoyadas en los estribos para que el doctor pueda tomar la muestra más fácilmente con una pequeña espátula o algodón.

Es recomendable realizar una citología vaginal al menos cada dos años entre las mujeres en edad adulta. A partir de los 65 años ya no es necesaria. 

En los días posteriores a la realización de esta prueba es aconsejable evitar las duchas vaginales, no tener relaciones sexuales y no utilizar tampones.

Antes de someterse a una citología cervical es necesario avisar al médico de si se está tomando algún método anticonceptivo, si hay posibilidad de estar embarazada y de si anteriormente se ha tenido alguna citología con resultados anormales.

Para cualquier duda  o consulta puedes contactar con nosotros en la Clínica Ginecológica Dr. Silva donde trataremos de resolver todas tus preguntas sobre este y otros temas ginecológicos que te preocupen.